Y si leo, si compro libros y los devoro, no es por un placer intelectual -yo no tengo placeres, sólo tengo hambre y sed- ni por un deseo de conocimientos sino por una astucia inconsciente que recién ahora descubro: coleccionar palabras, prenderlas en mí como si ellas fueran harapos y yo un clavo, dejarlas en mi inconsciente, como quien no quiere la cosa, y despertar, en la mañana espantosa, para encontrar a mi lado un poema ya hecho.—Alejandra Pizarnik
Yo no me considero una persona que "devore" libros, a mi me gusta consumirlos en pequeñas porciones, leo un poco y después me detengo, asimilo un poco la historia, imagino la escena que acabo de leer y continúo. Como dice Alejandra Pizarnik, el interés que yo tengo en los libros no es por alguna razón intelectual, sino por una necesidad implícita: leo porque tengo que leer.
Tampoco les voy a decir que desde que era un niño me gustaba leer, la verdad es que al igual que cualquier niño, me incomodaba leer textos extensos que no tenían ninguna imagen acompañándolos. Fue apenas hace un par de años que descubrí el enorme placer que deja la lectura... gracias a una chica... ehmmm... pero no hablemos de chicas, mejor hablemos de libros.
Este año leímos menos que el año pasado, por alguna extraña razón, durante el primer trimestre del año avanzábamos muy poco en nuestras lecturas, y no culpo al libro, el libro que estaba leyendo en aquel entonces se convirtió en uno de mis favoritos de este año (La Conjura de los Necios).
Aún así, descubrimos muchos buenos libros, y disfrutamos de todas esas horas que pasamos sumergidos en estos universos alternos:
1.- La Conjura de los Necios (John Kennedy Toole): Cuando empecé a leer este libro pensé que, al igual que me había pasado con La Biblia de Neon (del mismo autor), me sentiría identificado con el protagonista, sufriendo con sus preocupaciones, lamentando sus penas y aplaudiendo sus victorias... pero no fue así... el libro es bueno, eso si, es una historia que me atrapó desde el principio, pero el protagonista despertó en mi una especie de aversión que bien podría nombrar como odio. ¡Ah, cómo odio a Ignatius Reilly!. El libro trata sobre un hombre y sus ideas contra el mundo, y siendo parte de "el mundo", yo también terminé estando en su contra. El final tuvo un ligero toque de suspenso en el que yo esperaba con ansias conocer el desenlace de todos los enredos en los que estaba metido Ignatius. Sin duda, fue un libro que disfruté bastante. Lamentablemente, Kennedy Toole se suicidó dejándonos solo dos grandes obras, me hubiera gustado leer más libros de este autor.
2.- Tokio Blues (Haruki Murakami): Una historia sobre la muerte, el amor y los sentimientos que giran en torno a esos conceptos. Watanabe le promete a Naoko que ella siempre vivirá en su memoria, que él nunca la olvidará, sin embargo, con el paso del tiempo, él se da cuenta de que el recuerdo de Naoko se vuelve cada vez más distante, como una sombra que se alarga al atardecer. Con una buena dosis de nostalgia, este libro llegó a mí en el momento indicado. Como dije en un post anterior, me enamoré de Naoko mientras leía el libro.
3.- 12 cuentos peregrinos (Gabriel García Márquez): Una colección de cuentos del sr. García Márquez que disfrute de principio a fin, cada cuento tiene un ritmo propio y una escencia distintiva. Solo como dato extra, cuando leí El rastro de tu sangre en la nieve (el último cuento de este libro) me quedé con ganas de escribir una canción dedicada a esa trágica historia de amor.
4.- A orillas del río Piedra me senté y lloré (Paulo Coelho): Un libro que la srita Mueganita me había recomendado desde hace tiempo, justo antes de empezar a leerlo, conversé con ella por teléfono y me habló sobre el libro y lo que había provocado en ella. Aunque en mí no tuvo el mismo efecto (o tal vez si, quién sabe), si disfrute mucho leyéndolo, y podría decir que, de cierta forma, esa lectura también me acompañó en el momento indicado.
5.- Watchmen (Alan Moore): Si, ya sé, algunos dirán que Watchmen no es un libro, pero definitivamente, esa novela gráfica fue una de las mejores historias que leí en este año, un fin del mundo prefabricado para salvar a la humanidad, solo al borde de la extinción, la raza humana es capaz de poner en la balanza sus éxitos y fracasos para olvidar sus diferencias y buscar un mejor camino. Otra gran obra del mago del caos, Alan Moore.
6.- El joven Lennon (Jordi Sierra I Fabra): Justo cuando yo empezaba a aburrirme de la idea de tocar la guitarra y de estar en un grupo, encontré este libro, o como dije en alguna ocasión, tal vez el libro me encontró a mí. Las páginas de este libro nos permiten echar un vistazo a la adolescencia de un joven de Liverpool, llamado John Winston Lennon, sus primeros pasos dentro del incierto mundo de la música y las circunstancias que lo llevaron a conocer a los chicos con los que, años después, conquistaría el mundo.
7 y 8.- Latitud 38 Sur y Vaivenes de un esqueleto (Paula Ithurbide): No recuerdo cómo fue que encontré el blog de esta escritora, pero al leer sus posts me quedé enganchado de su manera de escribir, después de un par de visitas a su blog, decidí descargar sus libros, los cuales están disponibles en descarga gratuita bajo el lema "Del autor al lector sin intermediarios", y me encantaron... en cierto momento, hasta me sentí identificado con lo que ella había escrito. Los invito a descargar su libro y descubrir a esta escritora argentina que, según sus propias palabras, por fin encontró su lugar en México, para ser más precisos, en el estado de Puebla: Página oficial de Paula Ithurbide.
9.- Una banda llamada Caifanes (Xavier Velasco): El origen de una de las bandas más importantes del rock mexicano, narrado desde la perspectiva de Xavier Velasco. Fue en la secundaria cuando aprendí a tocar la guitarra, y fueron los Caifanes los que me acompañaron en mis primeros pasos dentro de la música. Como admirador de Caifanes puedo decir que me emocioné bastante leyendo este libro y descubriendo los orígenes de cada uno de los integrantes de esta gran banda. Libros, historia y rock&roll: una gran combinación.
10.- 1Q84 (Haruki Murakami): En una de mis tantas conversaciones con la srita Mueganita, ella me contó que alguien le había enviado un libro de Haruki Murakami y que, si yo quería, ella me lo podía enviar a mi correo, obviamente, le dije que si. Al principio, no tenía muchas expectativas de él: Tengo es un maestro de matemáticas que, además, ayuda a reescribir una historia escrita por una chica de 17 años (Fukaeri), por otro lado, Aomame es una bella instructora de gimnasio que además se dedica a asesinar hombres de una manera tan limpia y precisa que bien podría ser un arte... la historia que Tengo reescribe se titula La Crisálida de Aire y es gracias a ese libro que las historias de Tengo y Aomame se entrelazan. Como dije, en un principio, el libro no llamó mi atención, pero mientras más lo leía más me gustaba, y poco a poco me fui enamorando de la historia de amor que se da (sin darse realmente) entre Tengo y Aomame. En el archivo que la srita Mueganita me envió estaban incluidos los libros 1 y 2, al terminar de leer esos libros me puse a buscar y pude conseguir el libro 3, el cual estoy a punto de terminar y, lamentablemente, creo que tendré que esperar hasta que salga el libro 4 (en el 2013) para poder continuar con la historia.
Mientras tanto, ya voy preparando la lista de libros que leeré este año... si, en vez de propósitos de año nuevo, yo haré una lista de libros, y dentro de doce meses estaré nuevamente por aquí, contándoles sobre los libros que leí en el 2013.
Por el momento eso es todo, nos leemos el próximo año, damas y caballeros... tal vez publique un post durante las primeras horas del año nuevo, tal vez lo haga más tarde, quién sabe.
Peace&Love