26 de octubre de 2012

De nombres y otras cuestiones

Hace un par de días iba caminando por la calle con los audífonos puestos (como siempre) y de repente alguien se cruzó por mi camino y saludó con bastante efusividad diciendo mi nombre, ¡Elbert!... en ese momento levanté la vista para ver quién era y si, era un rostro familiar, pero desafortunadamente no pude recordar su nombre ni de dónde lo conocía (tal vez porque no esperaba verlo a esa hora y en aquel lugar), así que lo único que alcancé a responder fue: ¡Hey! Buenas... no-ches...

¿En serio? ¿"Hey"? ¬¬

5 segundos después, recordé quién era, y mientras seguía caminando, recordaba la forma en que había mencionado mi nombre, apenas unas horas antes, una chica en Facebook me había saludado diciendo: Hola, Albert... (e__e) sin comentarios... jejeje ok no... la verdad ya me acostumbré a que confundan mi nombre.

El punto es que después de recordar el nombre de ese viejo amigo me puse a pensar en cómo me dirijo yo a las personas, y noté que solo en contadas ocasiones saludo a los demás por su nombre... para alguien que prefiere aislarse de las demás personas y mantener muy pocas relaciones de amistad, creo que es algo normal, supongo.

Pero aun así, me pareció algo curioso, ese pequeño problema (si se le puede llamar así) que tengo con los nombres... o más bien, con la manera de nombrar a los demás. Los personajes de las historias (al menos las ficticias) que he escrito en el otro blog tampoco se han salvado, por alguna extraña razón, siempre "olvido" ponerles nombre, siempre son él, ella, etc... y el gatito que adopté hace un par de años pasó por lo mismo... la chica con la que salía en aquel tiempo siempre me decía que debía ponerle un nombre, al principio yo decía "no, solo está de paso, cuando se sienta mejor se irá, así que no hace falta ponerle un nombre", pero cuando mejoró y decidió quedarse, ella vio ahí una gran oportunidad (bueno, no tanto jeje) y me dio una larga lista de posibles nombres (algunos eran buenos), sin embargo, nunca quise ponerle un nombre, ella me pidió una explicación del porqué no le ponía un nombre a mi mascota, y yo le respondí que no lo consideraba MI mascota, solo era un gato solitario que pasaba por ahí y decidió quedarse, que al ponerle un nombre yo sentía que aceptaba que él era de mi propiedad y eso no me agradaba tanto.

Eso fue lo primero que se me ocurrió pero con el paso del tiempo me convencí de que realmente esa era la razón por la que yo decidí no ponerle un nombre a ese gato.


Me pregunto si me pasa algo parecido con las personas que conozco...

Por otro lado, están las personas que me saludan diciendo "Hola, Mago". Me costó un poco asimilar eso, pero creo que ya me acostumbré (y hasta me gusta) jeje. Y hablando del Mago, ¿alguna vez se han preguntado si él tiene un nombre?, yo si, pero bueno, eso ya es tema para otro post jeje

Nos leemos en el siguiente post, estimados amigos... sean felices, y recuerden: Peace&Love n___n




PD: ¿Qué nombre creen ustedes que le quedaría bien a un mago? :D

7 viajeros han dicho:

Damian dijo...

Merlin esta muy visto, asi que no.
Y porque no Albert XD

xhabyra dijo...

carnal, que xhinga leer tu blog con ese estupido parajo atravesado entre las letras!

bueno ya!

estudios en chimpances han demostrado que esa forma de referirte hacia los que te rodeas, omitiendo su nombre no es mas que un desprendimiento emocional hacia la intimidad que significa para ti el llamar a alguien por su nombre.

Osea en tu mundo no cualquier cabron o cabrona merece ser llamado por su nombre.

o quiza es temor a entablar un vinculo emocional!

sepa la ñonga, yo ahorita lo que quiero es ver muerto a ese pinchi pajarraco estorboso jejeje

aunque tambien acepto que los estudios con chimpances suelen fallar.

Xhaludos Elberto!

la MaLquEridA dijo...

Pues claro que El Mago tiene nombre, se llama Mago o sea jelouuu :)

Martiuks dijo...

Pues a lo mejor es que no te gusta involucrarte demasiado... Pero lo que si es un hecho es que cuando alguien te llama por tu nombre y no lo olvida, tu tampoco te olvidas ya de esa persona.

A mi me gusta "Mago" simplemente, suena fuerte e interesante por si mismo y creo que ya me acostumbré a llamarte así.

Mariela García dijo...

ammm no te gusta apegarte... eso ha de ser... a mi me dices: Seniorita... y así, además me paras comparando con ella... creo que con eso quieres invalidar mi presencia en tu vida... jajaa entiendes? osea, si dices tantooo que me parezco a otra persona, practicamente no me permites que yo como individuo tenga un lugar en tu vida... suena cursi no? pero sabes que no va en ese sentido!
Peace and love... Mago! jajaja =)

Diana. dijo...

Primeramente concuerdo con Xhabyra, es un poco estresante leer y que el pajarillo ande metiéndose en mi lectura. Jajajaja

Los nombres, ahh esos nombres. Afortunadamente no tengo problema con eso. Si me los memorizo. Creo.

Bueno, sinceramente no he pasado por una situación como la tuya. Aunque he de decirte que me ha saludado y no los reconozco... porque estoy bien pinche ciega, ya hasta que se me acercan más.

Y el apodo de Mago es bueno. No necesariamente tienes que ponerte un nombre. Creo.
Si ya te conocen por Mago ya mejor quédate así.

P.D no me gustan los gatos y sí, son pasajeros, a menos de que los tengas adentro de tu casa. Pero a los que los tienes en libertad afuera de casa, algún día emprenden viaje.

Y ya me extendí. Bonito día.

Hasta en el último rincón dijo...

Mago a secas... ese es!

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