"Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.."
Una costilla.. ¿una costilla?.. solo un verdadero artista pudo haber creado a un ser tan maravilloso de una costilla ¿no creen?.. Hace tiempo alguien me explicaba el porqué el libro del génesis dice que Dios creo a la mujer de una costilla: la respuesta es sencilla, y en cierto punto hasta poética: Dios pudo haber tomado alguna porción del craneo del hombre, pero entonces la mujer sería superior al hombre y éste tendría que someterse a ella, cosa que algunas chicas bien podrían considerar justo jeje, pero no, no se emocionen; Dios pudo haber tomado algun hueso de los pies del hombre, pero al hacer ésto la mujer sería pisoteada por el hombre, estaría muy por debajo de éste, y aunque conozco a algunos tipos asi, eso tampoco es justo; entonces Dios toma una costilla, pero ¿porqué?, pues porque de ésta manera la mujer sería tomada de un lugar que está cerca del corazón del hombre, donde siempre debe de estar.
Y es que, ¿que haríamos nosotros sin ellas?.. con una sola mirada nos tienen rendidos a sus pies, ¿cuántos versos no se han escrito sobre ellas? canciones, pinturas, esculturas.. no logramos entenderlas y eso es lo que nos hace amarlas, terminamos una relación e iniciamos otra, y durante toda nuestra vida ellas nos acompañan, para bien o para mal, siempre están ahi.
Hace unos días, revisando algunos libros viejos, me encontre entre las páginas de uno de ellos con una hoja, guardada ahí por un niño de secundaria, un futuro soñador.. lo que en esa hoja estaba escrito era un poema de Victor Hugo, que aquel niño leyó por primera vez en un libro de secundaria, a los 14 años.. y vinieron a mi mente un par de recuerdos, algunos buenos, otros.. no tanto..
Pero bueno, sin mas que decir por el momento, he aquí aquel poema:
El Hombre Y La Mujer.
El hombre es la más elevada de las criaturas.
La mujer es el más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar.
El trono exalta; el altar santifica.
El hombre es el cerebro.
La mujer el corazón.
El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor.
La Luz fecunda; el Amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence; las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio.
La mujer un ángel.
El genio es inmensurable; el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud extrema.
La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código.
La mujer un evangelio.
El código corrige; el evangelio perfecciona.
El hombre piensa.
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un Templo.
La mujer es el Sagrario.
Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos.
En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra.
La mujer donde comienza el cielo.
El hombre es la más elevada de las criaturas.
La mujer es el más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar.
El trono exalta; el altar santifica.
El hombre es el cerebro.
La mujer el corazón.
El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor.
La Luz fecunda; el Amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence; las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio.
La mujer un ángel.
El genio es inmensurable; el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud extrema.
La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código.
La mujer un evangelio.
El código corrige; el evangelio perfecciona.
El hombre piensa.
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un Templo.
La mujer es el Sagrario.
Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos.
En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra.
La mujer donde comienza el cielo.
Victor Hugo
Peace&Love
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