Lentamente el tomó su guitarra, tocaría como nunca pues sabía que lo que estaba a punto de tocar quedaría grabado y sería escuchado por la persona mas importante de su vida, al menos la que era mas importante en aquellos días.. Y asi comenzó, a medianoche, tocando algunas canciones, mientras la grabadora hacia girar la cinta, cada nota que salía de su guitarra se quedaba plasmada en aquella cinta, junto con cada palabra que sus labios pronunciaban, era necesario regresar la cinta al final de cada canción para escuchar como había quedado, quizá en alguna parte algo haya salido mal, nunca antes había cantado para nadie, era apenas un principiante, sin embargo ella se lo había pedido, y él no pensaba fallarle.
En un momento de aquella fría noche, él se detuvo, tomó una hoja y escribió cuatro versos, que despues se convertirían en unos cuantos parrafos, una nueva canción, que con el tiempo él olvidó, después de todo, esa canción, junto con otra que surgió de su corazón un par de horas después eran sólo para ella, él no tenía derecho a tocarlas para nadie mas.. Ahora estaban en aquella cinta..
Eran las seis de la mañana cuando terminó, ahora tenía que prepararse para salir.
No podía pensar en dormir, si lo hacía podía dormir mas de la cuenta y no quería hacerla esperar, hace tiempo que ellos se separaron y estaban dispuestos a aprovechar ésta oportunidad, para pasar un día juntos, por fin el universo se había descuidado y había permitido que este día llegara, o quizá.. tal vez el universo había planeado todo..
Cerca de las diez se le podía ver caminando por las calles de la ciudad, con prisa, ¿nervioso? seguramente si.. Y de repente, en medio de tanta gente, la ve.. ella lo observa y sonríe.. se le acerca y le da un fuerte abrazo, caminan juntos un rato, platican de algunas trivialidades, él no deja de observarla; para muchos ella será solo una chica más, pero para él ella es un angel, algo indescriptible, un ser tan perfecto que parece haber salido de un sueño, no puede dejar de observar cada movimiento que ella hace, no puede dejar de escuchar cada palabra que ella dice.. Si, creo que aquel niño está enamorado, quizá no sea buena idea, pero bueno, hay que dejarlo disfrutar el momento.
Ahora se detienen por un momento, y se sientan en una de las bancas de aquel parque, ella se acerca un poco a él y toma su mano, el tiempo parece detenerse, se detiene para crear un ambiente perfecto para aquella pareja, ella tiene 18 años y él 15, sin embargo, todo parece perfecto; después de un rato él la abraza, ella gira un poco y termina abrazada a él, no hace falta seguir hablando, el silencio tiene un aire de complicidad, ella susurra algo a su oido, y sin previo aviso le da un beso en la mejilla, ante aquel beso, él siente que todo su cuerpo se estremece, y antes de que el pueda decir algo, ella vuelva a hacerlo, un suspiro surge de manera inevitable, otro más.. de repente él comprende de que se trata, ella ha iniciado un pequeño juego, esos besos realmente siguen un camino que ella trazaba muy lentamente... y en ese momento, sus labios se encuentran, ya no hay necesidad de palabras, el mundo se ha desvanecido por completo, quien necesita al mundo en un momento asi. De repente ella vuelve a susurrarle al oido:
-Te quiero..
-Yo también te quiero..
Y de repente ella dice una frase que él nunca olvidaría:
-Te quiero desde siempre y desde antes de conocerte..
Momentos tan perfectos parecen consumirse mas rápido, él le entrega lo que el día anterior había preparado, junto con la cinta que había grabado para ella, podría decirse que durante la noche él arrancó un pequeño trozo de su corazón y lo plasmó sobre esa cinta, ella le da un regalo que había preparado para él, siempre atenta y con muy lindos detalles.. el intercambio sucede muy rapido, ninguno de los dos se preocupa por saber que es lo que se han regalado el uno al otro, ya habrá tiempo para saberlo después, ahora lo único que importa es que estan juntos; la tarde se les ha ido entre besos y abrazos, parecen una pareja perfecta, sin embargo, la distancia parecía un pequeño obstaculo, hasta el día de hoy.
De repente el día comienza a opacarse, y el sol se desvanece en el horizonte de aquella ciudad.. la noche se aproxima sutílmente, ella pronto tendría que partir..
-Ya casi me voy.
-Si, pero nos veremos pronto.
-Asi es, muy pronto volveremos a vernos.
Se pusieron de pie y caminaron, ella estaba a punto de irse. Afuera de la terminal de autobuses, los dos se detuvieron, ya faltaba poco para que ella partiera. Se quedaron abrazados por un largo rato, y de repente sus labios sintieron la necesidad de encontrarse nuevamente.. y asi lo hicieron.. beso tras beso, hasta que ella se detuvo.
-Me mentiste.
-¿Te mentí? ¿Porqué dices eso?
-Me habías dicho que nunca antes habías besado.
-Eso es verdad, nunca antes lo había hecho.
-Besas tan bien que me cuesta trabajo creer que eso es verdad.
-Pues es la verdad, nunca antes había besado a nadie.
-Pues déjame decirte que no lo parece, en serio besas muy bien.
Él parecía confundido, ¿eso fue un cumplido o un reclamo?, después de todo era verdad, él nunca antes había besado a nadie; ella guardo silencio, simplemente lo abrazó mas fuerte, de alguna forma ese abrazo logró tranquilizarlo a él; acariciaba sus cabellos, sus mejillas, no quería que ella se fuera, quería quedarse por siempre a su lado, sin embargo, el momento llegó, ella le dijo que era momento de partir.
-No quiero que te vayas.. al menos déjame algo para recordarte.
Ella tomó una pulsera y un listón, ambos de color azul, y se los entregó a él.. él tomo ambos objetos y los guardó.. a partir de entonces los guardaría como quien guarda un tesoro valioso, en aquellos objetos estaba impregnada su esencia, en el momento en que aquel hermoso angel partiera, aquellos objetos serían lo único que quedaría de ella, hasta su siguiente encuentro.
Un último abrazo, una última caricia, un último beso que duró una eternidad.. ambos se miraron a los ojos.
-Me tengo que ir, nos vemos pronto.
Y mientras se separaban lentamente, ella tomo su mano y la apretó muy fuerte, como si no quisiera irse, como si quisiera que él la obligara a quedarse un poco mas, él simplemente la miró, con la esperanza de que muy pronto se volverían a encontrar, ambos sonrieron.. ella soltó su mano y con una sonrisa se despidió de él.
Mientras él caminaba de regreso a casa, volvía a recordar aquellos besos, aquellas caricias, moría de ganas por volver a verla.
Pero el tiempo pasó, ella no respondía sus mensajes, quizá se había quedado sin saldo, no sería la primera vez que eso le pasara a ella, o a él; sin embargo, él sentía que algo había pasado, como si aquel encuentro hubiera perturbado la tranquilidad del universo, una tranquilidad que siempre se mostró indiferente ante los sentimientos de aquel niño.
Durante los siguientes tres días no supo nada de ella, ¿le habrá pasado algo?.. durante tres días no pudo dejar de preocuparse por ella.. y entonces, al cuarto día, por la tarde, comenzaron a llegar algunos mensajes:
"Lo siento, han pasado algunas cosas y será mejor que no volvamos a vernos"
"Ha llegado algo nuevo a mi vida, disculpame, te quiero pero no podemos seguir con esto"
"Tu no tienes la culpa, es algo que no puedo evitar y tengo que enfrentarlo yo sola"
"Ya encontrarás a alguien de tu edad que te sepa querer"
"Tengo que irme lejos, ni tu ni yo tenemos la culpa, pero así son las cosas"
Él no entendía lo que pasaba, apenas hace una semana todo estaba bien, ahora volvía a quedarse solo, en el centro de su pequeño universo, trataba de regresar a su pasado, buscando algún punto en el que él hubiera fallado, alguna señal de que esto llegaría a pasar.. y no encontró nada.
Durante varias semanas él se perdió en si mismo, se alejó del resto del mundo, y el mundo nunca lo notó; nadie noto su tristeza, pues realmente él nunca mostro en su totalidad toda la alegría que había sentido los últimos meses, sus sentimientos nacían y morían en su interior, alla afuera nadie se enteraba de lo que él sentía. Aquella navidad el murió un poco, lo que él aún no sabe es que, a veces, es necesario morir para volver a nacer.
Él ha aprendido algo nuevo, no sabe realmente qué es, pero algo dentro de él ha cambiado. Con el tiempo el aprenderá a resistir los golpes y a ver el lado positivo de cada situación, pero ahora solo llora. Esta pequeña herida pronto cicatrizará y quedará guardada en su memoria, marcando el final de una etapa en su vida, y el inicio de una nueva estación.